Iberus marmoratus serpentinae stat. nov. (Fotografía: Ismael Pérez)

Revisada la taxonomía de la especie Iberus serpentinae

Investigadores de la Universidad de Jaen y otros han realizado una revisión taxonómica de Iberus serpentinae, I. marmoratus marmoratus e I. marmoratus loxanus, taxones próximos geográficamente y con rasgos morfológicos similares, desde una perspectiva integrativa (geografía, morfología y filogenia). El resultado ha salido publicado en la revista Graellsia (Liétor, J. et al, 2024). La suma de evidencias estudiadas sugiere que I. serpentinae no es una especie distinta a I. m. marmoratus y que I. m. loxanus es un taxón bien definido, separado filogenéticamente de I. m. marmoratus. Los autores proponen renombrar el primero como I. marmoratus serpentinae y recuperar la denominación I. loxanus para el segundo.

El género Iberus es endémico de la península ibérica, distribuyéndose la mayoría de sus especies entre las regiones de Andalucía y Murcia. Iberus serpentinae Ahuir-Galindo, 2020, estaba propuesto como un caracol endémico de Sierra Bermeja, con distribución probable al ámbito de las peridotitas malagueñas. Criterios conquiológicos (mayor tamaño, ornamentación de la concha y apetencia por litologías peridotíticas y serpentínicas) justificaron en 2020 la diferenciación taxonómica de I. serpentinae de I. m. marmotatus, propio de las sierras calizas colindantes. Con el estudio publicado este 2024, se realiza la revisión taxonómica con evidencias moleculares, geográficas y morfológicas.

Un ecotipo de I. m. marmoratus

Iberus serpentinae se extiende ampliamente por Sierra Bermeja a lo largo de un territorio que los autores cuantifican en 230 km2. Para la investigación se muestrearon ejemplares de este caracol en los dos extremos del área estudiada, situada entre la fuente de las Tejas (puerto de la Refriega) y el Real de la Quinta por el este, y el arroyo de Marimacho y arroyo del Infierno (Estepona) por el oeste.  Los investigadores contaron con la información y la colaboración de Grunsber, en especial de Ismael Pérez, que había fotografiado por primera vez ejemplares vivos además de conchas en distintas ubicaciones, pero también de citas proporcionadas por Francisco José Vázquez Rojas, José Aragón Bracho y Juan Quiñones Alarcón.

Proponen que este caracol podría tratarse de un ecotipo de I. m. marmoratus especialmente adaptado a una litología hostil para la mayoría de gasterópodos terrestres, con diferencias en la morfometría de la concha y la tonalidad de las partes blandas de I. m. marmoratus e I. serpentinae que podrían apuntar a una incipiente diferenciación ecotípica entre ambos taxones, aunque no suficiente para delimitar especies distintas, algo que han comprobado molecularmente. Por esta razón, proponen renombrarlo como Iberus marmoratus serpentinae stat. nov., aunque manteniendo su condición de endemismo singular asociado exclusivamente a peridotitas y serpentinitas. Añaden además que se trata del miembro más raro del género Iberus.

La posible continuidad futura de la investigación sobre áreas más inaccesibles de Sierra Bermeja podría inferir si las administraciones competentes debieran salvaguardar a I. marmoratus serpentinae stat. nov. bajo régimen de protección especial, máxime dada la vulnerabilidad de Sierra Bermeja, sometida a incendios recurrentes.

Referencias

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